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martes, 3 de septiembre de 2013

Porqué cambié de iPhone a Android. (PARTE 2)

¿Qué me llevó a cambiar a Android y al Samsung Galaxy S III, después de cinco felices años con iPhone? Cubrí dos de las razones en la primera parte y voy a desarrollar las otras dos razones más importantes aquí en la segunda parte.

Para recapitular: estoy evitando los pequeños y minuciosos detalles de iOS frente a Android. En cambio, me estoy centrando en los cuatro elementos generales más importantes de Android 4.1 que me parecieron tan atractivos y útiles en unas cuantas semanas de pruebas que hicieron que el cambio resultara una obviedad.

Una cosa me llama la atención de esta lista: cada punto es algo positivo acerca de Android, en lugar de algo negativo sobre el iPhone. Eso es a menudo una señal de que la decisión es la correcta. Si usted se está inclinando hacia algo, significa que sabe lo que quiere y piensa en que esa otra opción se lo facilitará. Si usted se está desligando de algo, ¿se dirige hacia dónde exactamente? Usted tal vez no sepa lo que busca, pero sabe que debe ser mejor que la situación de la que está huyendo.

¿Se están alejando de algo o está yendo hacia eso? La vida es mucho menos complicada cuando se viaja con una meta ya trazada en mente.

También subrayo un punto que me golpeó ayer. ¿Qué de malo tiene el iPhone 5 y iOS 6? Nada. Es que simplemente ya no es el teléfono adecuado para mí.

Bueno. Ahora voy me a quitar el papel de particular y a colocarme de nuevo el traje de rudo columnista de tecnología. Ya hablé sobre el teclado y la pantalla realmente grande en el Samsung Galaxy S III. Aquí están las otras dos características de Android que me hicieron cambiarme.

Colaboración entre las aplicaciones.
Hacer cosas con un teléfono se trata mayormente de mover información entre múltiples aplicaciones. Esa característica es propia de los teléfonos. La mayor parte de las cosas que hago con mi teléfono involucran el uso de una aplicación para obtener una parte de data, y luego enviar a otra aplicación para seguir trabajando en eso un poco, y finalmente enviar o compartirla con una tercera aplicación. Incluso cuando estoy con mi iPad, paso la mayor parte de mi tiempo trabajando en una aplicación a la vez.

Casi todo lo que hago que implica una aplicación que trabaja con otra aplicación es mucho, mucho más fácil en un dispositivo Android que en un iPhone, gracias a un mecanismo arraigado de colaboración entre aplicaciones.

Estoy a punto de conducir una hora hasta la casa de mi tía. Una búsqueda rápida de su nombre en la lista de contactos. Con un toque, puedo enviar la dirección a cualquier aplicación que funciona con direcciones, como Waze, Twist o Google Maps, y comienzo a conducir.

O, estoy en un navegador web y quiero enviar la página que estoy leyendo al bloc de notas "Evernote" que utilizo para planificar futuros podcasts. Toco "Compartir", luego seleccione "Evernote." ¡Boom!: nueva nota con el URL. Mi corazón se rompe un poco cuando tengo que tratar de hacer el mismo tipo de cosas en mi iPad. Me veo a mí mismo pensando: "Me hubiera gustado haber encontrado esa página, mientras estaba usando mi dispositivo Android, donde esta tarea es simple, en lugar de mi iPad, que es innecesariamente difícil."

No quiero pensar en esa frase. Nunca.

Oh, bueno. Cuando Apple mostró las capacidades del iOS 5 de enviar un tweet con una foto o un enlace, lo presentaron como una especie de gran avance, como si de un gran descubrimiento científico se tratara. Twitter, está bien. ¿Facebook? Yo no lo uso. De todos modos, estas soluciones básicas para tareas simples no son lo que yo necesito.

Algunas aplicaciones de iOS pueden pasar información a otras aplicaciones, ya sea a través de esquemas de URL personalizadas, o porque fueron diseñados para trabajar juntas desde un principio. También hay maneras de salvar una página web en Evernote, Instapaper o Pocket, pero tienes que descargar e instalar el bookmarklet correcto en el lugar correcto. Para una compañía que presenta un teléfono con un teclado limpio y simplificado que carece de cualquier tipo de mejoras en las funciones, esa es una solución innecesariamente compleja, ¿cierto?

En Android? Compartir> Evernote. ¡Listo!.

Mi iPhone sería mucho más fácil de usar, mucho más valioso, y mucho menos torpe para mí si sus aplicaciones pudieran trabajar juntas en lugar de trabajar en el aislamiento estricto. Yo no odio abiertamente cómo los cortafuegos del iOS bloquea la información entre las aplicaciones, pero cada vez que quiero mover un bit de datos fuera de su caja de arena original, es un punto doloroso.

"Copiar> Cambio de aplicación> Pegar" es taaan 1988, ¿sabes?

Personalización.
Si no me gusta la forma en que mi iPhone funciona, no lo dudo: busco en línea. Puedo apostar que encontraré una respuesta. No es una manera de hacer que mi iPhone funcione de la manera que me gustaría, sino más bien, una explicación perfectamente razonable de porqué Apple cree que el iPhone debería funcionar de esa manera, y por qué se niega a dejarme reemplazar el comportamiento predeterminado.

Si no me gusta la forma en que mi Android funciona y busco soluciones en internet, por lo general puede encontrar una manera de cambiarlo.

Me encontré con muchas (oh, sí, créeme en esto: MUCHAS) peculiaridades molestas cuando tomé el Galaxy S III para su primera vuelta de prueba. Le di una oportunidad a esas peculiaridades, pero para el final de la primera semana, me deshice de casi todas ellas. Y para el final del primer mes, tenía un teléfono que se sentía exactamente a la medida de mis gustos particulares.

iOS está muy bien diseñado. Y yo mismo soy por lo general el primero en presentar el argumento de un diseñador (que pasa todo el día, todos los días, pensando en cómo un teléfono debe trabajar) que comienza con una comprensión mucho mejor de lo que es bueno para el usuario que el mismo usuario (quien coloca en la lista de cosas por hacer "comprar nuevo teléfono" entre "llevar a lavar la ropa" y "reponer la pomada para el gato").

A veces, sin embargo, el iPhone y el iOS se sienten como los estilos de la ropa disponibles para mí en Walmart. Están diseñados para ser bueno, o incluso sólo aceptable, para una bien amplia gama de consumidores. Quiero algo que sea Excelente, para mí.

Android tiene una filosofía de base coherente que encuentro instintivamente convincente: ¿por qué no darle al usuario la última palabra sobre el funcionamiento de su propio dispositivo? Y debido a que Android mayormente oculta sus características de personalización en donde no se descubren sin una búsqueda deliberada, es poco probable desviar a cualquiera de estas opciones.

Presentar una experiencia coherente y lógica a lo largo de todo el dispositivo, para la mayoría de los usuarios, es importante. Sobre todo cuando se piensa en el gran porcentaje de usuarios tecnofóbicos y el porcentaje añadido de los usuarios que no quieren ser molestados.

Anotado. ¿Por qué debería darle algo de importancia a cualquier usuario que no sea a mí mismo? Trato de ser un buen ciudadano, pero nunca he pensado: "A pesar de que este ajuste de fábrica forzado, inalterable, me frustra y sea para mí más difícil de usar el dispositivo, yo sufriré con orgullo". O, "sé que este dispositivo con gran falta de opciones de personalización, hace que sea menos confuso para algunos de los nuevos usuarios de teléfonos móviles, que todavía no entiende porqué el teléfono no tiene tono...".

(Yo no soy más que un recipiente imperfecto de la perfección del Universo.)

Insisto en que la personalización beneficia al usuario. O por lo menos lo hace si ese usuario es como yo. La noche antes de que yo viajara a una reunión en la ciudad de Nueva York, he creado un fondo de escritorio personalizado en el Samsung Galaxy S III específicamente para el viaje. En un iPhone, yo habría tenido que navegar en una media docena de aplicaciones para poder revisar mis boletos, mapas, contactos, rutas de navegación, etc. En el Galaxy, todo lo que tenía que hacer era deslizarme entre escritorios. Ahí todos estaban, en forma de accesos directos y widgets.

Sí: ese día, la personalización hizo el Galaxy SIII más fácil de usar que el iPhone, sin complicaciones.

Google no ejerce tanto control sobre los desarrolladores en Android como hace Apple sobre los desarrolladores en iOS. Esto mantuvo rezagado a Android en sus inicios, pero en Android 4.1, la libertad a los desarrolladores resulto realmente fructífero.

Aplicación "Shush!" (Shhh!)

Cuando sostengo el botón de volumen hacia abajo de mi SIII, mi Samsung no se limita a ir al modo Silencio. Cuando el volumen llega a cero, una mejora del sistema de terceros llamado "Shhh!" muestra una ventana emergente. Me da la opción de retornar al nivel de volumen original después de un intervalo determinado (cuando la película en el cine ha terminado, por ejemplo).


En muchas de mis aplicaciones de lector en Android, puedo usar las teclas de volumen para pasar las páginas, o navegar entre los artículos. No es para nada confuso. Las teclas de volumen funcionan normalmente dentro de la aplicación hasta que reviso las configuraciones de la aplicación, y hago clic en la casilla de verificación para activar la función. Una vez más: comportamiento normal hasta que el usuario elige por su propia cuenta modificarlo.

(Además, y esto es lo que muchas veces me frustra acerca de las políticas de desarrollo de Apple. Asignar una función diferente a los botones de volumen del iPhone es un asalto terrible contra la claridad y la sencillez que contribuye a confundir a los usuarios y enviarlos corriendo al puente más cercana para saltar de él inmediatamente... A menos que la función de los botones sean reasignados por la propia aplicación de la cámara de Apple.)

Opciones, opciones, opciones. No es lo opuesto a la política de Apple "Control, control, control." En su lugar, es una especie de relación tipo yin-yang. Cada concepto parece definir lo que es bueno en un iPhone y un teléfono con Android, y el tipo de consumidores que cada teléfono está tratando de complacer.

En cierto modo, la amplia gama de teléfonos Android disponibles de varios fabricantes es otra forma de opción. Apple ofrece un teléfono nuevo. Si no te gusta te la aguantas. Vi el iPhone 5, pasé.

El Samsung Galaxy SIII no es el mejor teléfono Android para todo el mundo, pero no tiene porqué serlo. Sigue buscando y encontrarás algo que mejor se adapte a tus necesidades.

Y si usted insiste en tener un teclado mecánico, el ecosistema Android no intenta juzgarlo a usted ni a sus gustos. Los fabricantes de teléfonos con Android sólo quieren su dinero.

Adelante.
En la parte 3, desarrollo esta pequeña bagatela. Voy a hacer un poco de cacería de mitos acerca de las famosas desventajas sobre Android que ya no son verdad o se han convertido, en el peor de los casos, en tonterías manejables, en lugar de puntos de quiebre.


Fuente: TechHive.


Parte 1.


Parte 3.

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