Una vez que el editor de texto está abierto no puedo dejarlo en blanco. Aunque no todo va a parar a la vida en línea.
Quería hablar de eso, eso, sí. Pero aun no me atrevo.
Suceden cosas a diario, pero no todas dejan huella. Increíble como siempre sucesos con X personas, me genera reacción en otra ajena al problema.
Una noche de este tan sucedido Mayo, me percaté que extrañar la amistad de alguien puede más que cualquier rencor. Antes de todo fuimos amigos, de esas amistades que no se planifican, ni se compran ni se venden.
Hice contacto marciano… Me extrañó, bastante. Deseó poder tener información de mí. Preguntaba por mí a mis amigas, cuando se encontraba con los amigos, se sentía mi vacío.
Todavía extraña, recuerda mi perfume. Inocentemente es su forma de decir que aún hay algo allí. Espero que no, yo sufrí tanto y fue muy duro llegar a donde estoy. Fui fuerte, fui capaz de decir adiós. Debo ser egoísta ahora.
Sé que si fuese por él todo volvería al mismo circulito vicioso. ¡No! Con compañía estaré para evitar ese momento que daría pie a tanta emoción que conllevará a tanto dolor nuevamente. Su corazón no me pertenece, está compartido y así no lo quiero. Yo no sé mañana, sólo sé que no lo haré más. Me lo prohíbo. Aun sufro las consecuencias.
La distancia me garantiza Victoria. Continuemos así.
