Los nervios pueden jugarte una mala pasada. Pueden producirte lagunas mentales de las que es imposible no salir empapado y hasta hacerte hablar de más. Por eso, si realmente te interesa ir bien preparada a una entrevista de trabajo, visualiza la mayor cantidad de situaciones posibles y prepárate para ellas.
Tu carta de ingreso al puesto para el que te postulas no está únicamente en tu currículo. La habilidad con la que logres sortear tus propios traspiés también será tomada en cuenta.
Tu carta de ingreso al puesto para el que te postulas no está únicamente en tu currículo. La habilidad con la que logres sortear tus propios traspiés también será tomada en cuenta.
Aquí van algunas de las cosas que no deberías preguntar en una entrevista laboral:
- ¿Para qué trabajo es esta entrevista?
- ¿Hay que estar en la oficina todos los días?
- ¿Te gustaría salir conmigo?
- ¿Puede ayudarme un amigo a terminar este examen?
- ¿Es soltero el jefe?
- ¿Qué tal están los hombres que trabajan en esta empresa?
- ¿Permiten dormir la siesta al mediodía?
- ¿Cuánto tiempo le tengo que dedicar al trabajo?
- ¿Podrías ayudarme con el examen de ingreso?
- ¿Puedo tener tres semanas libres cada tres meses para dedicarme a mi carrera artística?
Increíblemente, esas preguntas son más que frecuentes.
Fuente: Yahoo.
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