Ruppy -una broma que combina las palabras Rubí y Puppy que es una denominación de cachorros un tanto cariñosa- es el nombre de este perrito traído gracias a la clonación y a varios experimentos científicos. Como se puede apreciar en la imagen superior, su cuerpo brilla porque se le inyectaron genéticamente modificaciones de fibroblastos, que es el componente con el que las anémonas marinas son capaces de encenderse de luz.
Para lograr completamente su capacidad, el equipo del doctor Byeong-Chun Lee tuvo que utilizar un retrovirus capaz de ingresar al animalito e implantar el cometido, aunque el grupo de científicos de Lee indicó que no es capaz aún de poder editar directamente el gen que produce la fluorescencia.
Se espera que esta invención animal sea a futuro uno de los pasos para lograr avances científicos en la curación de pacientes mediante la terapia con animales, aunque también se espera que en base a estos estudios haya más de algún reproche respecto de los estudios del grupo del doctor Byeong-Chun Lee.
Fuente: Marlex Sustems.
0 comentarios:
Publicar un comentario