La Organización Mundial de la Salud (OMS), asegura que cada 30 segundos una mujer es diagnosticada de cáncer de mama, el tratamiento suele ser traumático para quien la padece, pero el estudio de este grupo de oncólogos de la clínica Leopoldo Aguerrevere apunta a clasificar los tumores para administrar la terapia más adecuada.
En una entrevista vía telefónica, el doctor Gerardo Hernández, explicó que las pruebas premiadas, tratan de un estudio genético, que actualmente se aplica en el país para las pacientes con cáncer de mama.
La esencia del examen es tomar una muestra del tumor, al que se le realizan una serie de pruebas que lo clasificarán y determinarán si requiere de quimioterapia o no.
De acuerdo al galeno, dichos estudios han reducido el tratamiento con quimio y radioterapia en al menos un 30%, lo que representa un avance significativo en la cura de esta patología.
En reconocimiento internacional vino de la mano de la Sociedad Española de Senología y Patología Mamaria (SESPM), durante el XXIX congreso, celebrado en ese país.
Hernández y su equipo, los doctores Ricardo Paredes, Elena Marín, Claudia González y Juan Hernández, todos especialistas de la Unidad de Mastología de la clínica caraqueña, recibieron el premio identificado con el nombre de "Test Gives 70 Genes in Cancer of the Breas".
De acuerdo a la información suministrada en una nota de prensa, los genetistas moleculares, aportaron gran parte de este avance en el tratamiento de la enfermedad en el año 2000, sentando las bases del mammaprint (nombre del examen genético que determina el mejor tratamiento coadyuvante en el cáncer de mama).
El comunicado expresaba que la importancia de este alcance motivó a los científicos, a desarrollar otras investigaciones en la misma línea de interés.
Ejemplo de ello son las emprendidas por el Instituto Nacional de Cáncer de Holanda, donde se realizó el muestreo para determinar si se puede curar un tumor, según la medición de sus genes.
El mammaprint
En la explicación sobre el mammaprint, Hernandez destacó que permite diagnosticar el riesgo real en los pacientes. Para ello es necesaria la extracción de una muestra fresca, que debe ser introducido en un líquido especial para su conservación.
La nota de prensa asegura, que en estas condiciones la muestra tomada puede pasar 10 días sin degradar su ARN, bajo una temperatura de menos 20 grados, la conservación es casi indefinida.
Tras tomar la muestra el material es llevado a Holanda, donde entre 1 semana o dos, se reciben los resultados que determinan el bajo o alto riesgo del pronóstico, que ayuda al especialista a tomar la decisión sobre el uso de la hormonoterapia o quimioterapia, mejorando significativamente la calidad de vida del paciente. (Con información: Comunicaciones Corporativas).
Fuente: Nueva Prensa de Guayana.
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