¿La idea? Reutilizar ilimitadamente el mismo frasco de perfume volviéndolo rellenable. Sgún datos de Kenzo, la elaboración de la recarga del perfume permite reducir en un 68% el gasto de energía, en un 69% el consumo de recursos y en un 66% la emisión de gases de efecto de invernadero.
A la larga, comprar el eco-diseño también representa un considerable ahorro para cualquier compradora.
Fuente: Revista Cosmopolitan.
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